Trump abre prisión para inmigrantes rodeada de caimanes y serpientes: “Alligator Alcatraz”

Trump abre prisión para inmigrantes rodeada de caimanes y serpientes: “Alligator Alcatraz”

 

El presidente pretende aumentar el ritmo de arrestos hasta los 3.000 diarios y abre este peculiar centro de detención para infundir miedo a los inmigrantes.

Trump abre prisión para inmigrantes rodeada de caimanes y serpientes: “Alligator Alcatraz”

El presidente Donald Trump ha visitado esta mañana su nuevo centro de detención de inmigrantes, en un antiguo aeródromo en los Everglades de Florida, una localización rodeada de pantanos infestados de caimanes, serpientes y otro tipo de fauna salvaje. El objetivo es disuadir las fugas de los encarcelados en esta prisión, a la que ha bautizado con el nombre simbólico de Alligator Alcatraz, en referencia a la mítica cárcel en San Francisco, concebida también como un lugar del que era imposible escapar.

Preguntado por si quiere usar a los reptiles para morder a los detenidos que intenten fugarse del nuevo centro de detención, el presidente ha respondido que “esa es la idea”. “Las serpientes son rápidas, pero los caimanes... les vamos a enseñar a huir de un caimán”, ha afirmado, antes de subir al avión Air Force One camino al Estado sureño. “Les vamos a decir que no corran en línea recta”, sino en zig-zag, ha añadido, aconsejando a los inmigrantes un método a todas luces inefectivo para huir de un caimán.

Aunque los ataques de caimanes a humanos son muy inusuales (se han dado 453 casos desde 1948 en Florida, 26 de ellos fatales), la apertura de este centro de detención, y la visita oficial del presidente, sigue una estrategia diseñada para infundir miedo en los inmigrantes indocumentados. Un populismo punitivo celebrado por sus bases, pues la gestión de la inmigración sigue siendo la política más popular de esta Administración. Una reciente encuesta de YouGov muestra que el 86% de los votantes de Trump aprueban su política migratoria; sin embargo, según otro sondeo del mismo centro, el 49% de los estadounidenses en general la desaprueba, frente al 45% que sí lo hace.

La secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, han acompañado a Trump en su visita a Alligator Alcatraz. El republicano anunció la semana pasada que había obtenido la aprobación federal para construir este centro de detención en el Aeropuerto de Entrenamiento Dade-Collier, una terminal aislada de 100 kilómetros cuadrados situada en los humedales de la Reserva Nacional Big Cypress, junto al Parque Nacional de los Everglades. Su única pista, de unos 3 kilómetros, se ha utilizado principalmente para fines de entrenamiento, pero las autoridades afirman que pronto acogerá vuelos de deportación.

Su acomodación para construir allí una prisión de extranjeros se ha encontrado con el rechazo en bloque de organizaciones de derechos humanos, de inmigrantes y ecologistas, así como de una tribu indígena que vive en la zona. Este desarrollo no solo llevará a un nuevo nivel los métodos brutales de esta Administración contra los indocumentados, también supondrá un peligro para la fauna salvaje que habita el parque nacional.

 

Pero, lejos de atender a la condena unánime de estos grupos, la Casa Blanca ha convertido Alligator Alcatraz en una bandera de su línea dura contra los inmigrantes. El departamento de Seguridad Interior compartió la semana pasada una imagen creada por inteligencia artificial en la que se veía a unos caimanes con gorras del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) protegiendo un centro de detención. El Partido Republicano de Florida, por su parte, está vendiendo camisetas de Alligator Alcatraz en correos de recaudación de fondos, en los que describe el lugar como “una prisión custodiada por caimanes y patrullada por pitones para los inmigrantes ilegales que pensaban que podían burlar el sistema”.

Florida pretende ampliar este peculiar centro de detención en los próximos días, hasta alcanzar el espacio para 5.000 camas. Su acomodación ha sido sencilla, pues consiste en una serie de tiendas, dentro de las cuales se han situado jaulas, y no se construirá ningún edificio. La Casa Blanca desea que, tras Alligator Alcatraz, otros Estados den el paso y colaboren con la Administración para obtener más espacio para detener a inmigrantes. Trump asegura que con este y otros desarrollos incrementará su ritmo de arrestos hasta los 3.000 diarios, con el objetivo de cumplir al final del mandato una de sus principales promesas de campaña: “la mayor operación de deportación de la historia”.

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