Michael Jordan continúa sin poder vender su mansión de Chicago

Estamos seguros de que millones y propiedades son dos de las cosas que no le faltan a Michael Jordan, pero ¿cuál podría ser más conocida que la casa de la ciudad que le vio conquistar los seis anillos? Está claro, la respuesta es ninguna, aunque parece que eso no acaba de convencer a los potenciales compradores de la mansión.

Más de 5.000 metros cuadrados de casa, terreno aparte, cuyo precio ha bajado de los 29 millones iniciales que se pedían hace tres años a exactamente 14.855.000 dólares (cifra que sumando los dígitos da el número 23). Una rebaja considerable que roza el 50%, aunque ni siquiera así se sabe si se podrá encontrar comprador, pues cuando fue subastada a finales del 2013 no llegó a alcanzar el precio mínimo fijado, que se dice era de 13 millones.

Como podéis ver en las imágenes y en el vídeo-tour la mansión es espectacular. La casa principal cuenta con seis habitaciones con sus correspondientes baños, incluida la habitación principal en la que hay algunas comodidades extra, mientras que la casa de invitados se compone de tres habitaciones y cocina propia. Además, una de la estancias más destacadas de la casa es la cancha de baloncesto de medidas oficiales e incluso vestuarios, en la que MJ y compañeros de los Bulls como Pippen o Kukoc jugaron innumerables partidos. También para los amantes del deporte es el gimnasio totalmente equipado, la pista de tenis o el putting green para jugar al golf.

Para otros momentos más relajados, un salón para jugar a las cartas y fumar, vinoteca, sala de cine y, por supuesto, billar. Más excéntricos suenan el salón de belleza o las puertas de la mansión Playboy original de Chicago que Jordan compró para su propia casa.

Pero entonces, ¿dónde está el problema para que nadie quiera convertirse en el nuevo dueño de esta maravilla? Pues, según expertos, parece ser que la ubicación es un factor importante, ya que el barrio en el que se encuentra, a las afueras de Chicago, no es el indicado para una construcción de estas características, estando el resto de las propiedades alrededor del millón de dólares. Otro punto a tener en cuenta podría ser el diseño, relativamente pasado de moda si tenemos en cuenta que fue construída en 1994, hace 20 años. Por último, y aunque a nosotros nos parezca una pasada, ningún comprador serio estaría dispuesto a pagar un sobrecoste muy significativo sólo por el hecho de fuera Michael Jordan quien vivió ahí.

Actualmente, y si nos fiamos de las informaciones que circulan, el precio de venta sería cercano al coste que en su día tuvo la mansión y parece difícil que se pueda vender por esa cifra en un futuro inmediato. En cualquier caso, no descartaría que estuviéramos nosotros más preocupados que el propio Jordan.

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