Justin Bieber se pasa de liso y le tira el celular a argentino que quería selfie

¡UY! Otra vez Justin Bieber hace alarde de su mal carácter y le destrozó el celular a un joven argentino que quiso sacarse una foto con él en un campo de fútbol de California, Estados Unidos. Y eso no es todo: también le ofreció devolverle la camiseta de la Selección argentina que le había obsequiado previamente.

 

Mauro Leonel nació en Rosario, pero está radicado en Los Angeles, donde trabaja de actor y modelo publicitario. Para despuntar el vicio, suele jugar al fútbol en una liga local con amigos.

 

 

El sábado, para su sorpresa, Mauro se encontró con el cantante en medio de un partido. Y al finalizar el encuentro, se acercó y le regaló una camiseta argentina e intentó sacarse una foto para su hermana, que es fanática. Pero no tuvo la mejor respuesta: Bieber le tiró su celular bruscamente al piso y le rompió parte de la pantalla.

 

Solo me acerqué para poder tener una foto con él. Su reacción no tiene justificación porque yo también pude haber reaccionado pero no lo hice", escribió Mauro en su cuenta de Facebook.

 

Para colmo, cuando el joven rosarino le reprochó su actitud y le remarcó que le había hecho un regalo, el músico redobló la apuesta:

Cuando agarro mi teléfono le digo "Ey, qué hacés? Te di un regalo... Y me dice: "I know, do you want it back?" (Sí, ya sé, la querés de nuevo?), como diciendo qué me importa tu regalo de mierda", agregó Mauro, indignado.

 

La fama se les sube a la cabeza olvidándose quienes son. Más humildad y menos arrogancia, porque así mismo como llegaste allá arriba también podes caerte", concluyó.

 

Según informó el diario El Federal, también les dejó un mensaje a las beliebers, como se conoce a sus fanes.

Acá tienen a su ídolo para que se den cuenta lo que es afuera como persona. Ante las cámaras son una cosa y afuera son otra”, sostuvo Mauro.

 

Bieber había tenido actitud similares cuando visitó la Argentina en 2013. En aquel momento, maltrató a la prensa y uno de sus custodios golpeó al fotógrafo Diego Pesoa en el boliche INK. Sin embargo, la justicia lo absolvió.

 

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