Cristiano Ronaldo saca la basura: Sergio Ramos, Lopetegui y Florentino Pérez

​Cristiano Ronaldo será uno de los protagonistas de la jornada de Champions League de esta noche. El portugués volverá a Old Trafford, su casa durante mucho tiempo y donde se convirtió en toda una estrella, para enfrentarse al Manchester United vestido con la camiseta de la Juventus de Turín.

Será, de lejos, el principal foco de atención de las cámaras y de los medios. Lo curioso del caso es que a la misma hora será su ex equipo el que se juegue mucho más que tres puntos en el Santiago Bernabéu ante el Viktoria Plzen.

Quizás consciente de la crisis en la que está inmerso el club blanco, y con unas ganas locas de meter toda la cizaña del mundo para que no se acabe, Cristiano ha decidido sacar la basura de lo que ocurrió hace unos meses y que ha provocado, en parte, el drama actual en la casa blanca.

Cristiano apunta a Sergio Ramos

Y es que, por mucho que en el vestuario y en el entorno se niegue, lo cierto es que si el luso aún estuviera en las filas del Real, el equipo no estaría como está. Entre otras cosas porque uno de los motivos, sino el primero, que ha provocado esta grave situación en el Madrid es la falta de gol.

Y si Ronaldo hacía algo era marcar. Ni más ni menos que 50 goles por temporada como media. Unos goles que ahora se echan mucho de menos. No su ego, no sus salidas de tono, no sus gritos y quejas a sus compañeros por no pasarle el balón, pero sí sus goles. Y mucho.

¿Los culpables de su marcha? Sergio Ramos es uno de ellos. O al menos eso apunta el de Madeira, que sabe que el capitán no movió un solo dedo para evitar que Florentino Pérez lo pusiera en el mercado.

El central quería tener él el control del vestuario, y cuando se enteró que Pérez quería vender al líder y a la máxima estrella, no hizo ni el más mínimo movimiento para evitarlo. CR7 lo sabe, y aún no lo ha perdonado. Ni lo hará. Que Ramos, un jugador que, en teoría, siempre le apoyaba, lo traicionara por la espalda es algo que no va a olvidar.

Julen Lopetegui también está en el lío

Tampoco olvidará la actitud de Julen Lopetegui. El vasco, como siempre, se encontró en medio de una tormenta perfecta cuando aterrizó en el Bernabéu. Por un lado tenía al capitán y al clan de los españoles (Isco, Asensio, Carvajal y compañía) apretándole para que diera el ‘ok’ al traspaso de Cristiano.

Por otro, tenía a Florentino y al resto de la junta presionando para que se deshiciera del luso. ¿Qué hizo? Callar, quedarse a un lado y no interferir en los planes del palco. Al fin y al cabo no le pareció lo más sensato enfrentarse a todos los estamentos del club en sus primeros días en el la casa blanca.

Julen Lopetegui y Florentino Pérez | EFE

No se mojó. De hecho sí que lo hizo, pero para contentar a Ramos y al presidente. Algo así como ‘hacer lo que queráis, al fin y al cabo lo tenéis todo más que decido’. Eso sí, cuesta creer que Lopetegui aceptara la oferta del máximo responsable del club sin saber antes que el delantero se iba a marchar sí o sí.

Florentino, el principal culpable

Sin embargo, a quien mayor porcentaje de culpa le otorga Ronaldo de su marcha es a Pérez. No es ningún secreto que el astro y el presidente había tenido sus más y sus menos a lo largo de los años, pero siempre había acabado arreglándose.

No esta vez. El jugador hacía muchos meses que estaba pidiendo/exigiendo una subida de sueldo que lo situara junto a Neymar y Messi como parte de los tres mejores pagados del mundo con una cifra cercana a los 50 millones por año.

Florentino Pérez|EFE

Pérez nunca quiso dárselo. De hecho, en el palco consideraban (visto lo visto, erróneamente) que el portugués ya lo había dado todo en el Madrid y que lo mejor para el club era desprenderse de él.

De ahí que, ante la incrédula mirada de Ronaldo, Florentino le bajara la cláusula hasta los 100 millones, un ‘caramelo’ para los grandes clubes. Cuentan desde dentro que el luso ha explicado en más de una ocasión que Pérez sólo le ofreció un aumento de sueldo hasta los 30 millones cuando supo que ya lo tenía todo hecho con la Juventus, que le pagaría 28 millones.

Una jugada de Florentino para ‘justificar’ que había hecho todo lo posible para que no se marchara. Obviamente el responsable sabía que Cristiano no haría marchar atrás y que lo último que quería era quedarse en un club donde el capitán, el nuevo técnico y el presidente estaban deseando verle partir.

Cristiano Ronaldo| EFE

Una serie de detalles que salen a la luz y que, como no, aumentan aún más el malestar entre la parroquia blanca. Cierto que Ronaldo empezaba a ganarse la antipatía de muchos en la afición, pero de ahí a querer echarlo sin tener a nadie realmente potente de recambio va un mundo. Eso sí, cuentan desde el entorno del luso que no puede ser ahora más feliz en Turín. Y más viendo al Madrid así. Motivos, guste o no, los tiene.

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